08/08/2007 Me caso en un mes.

Hoy en un mes, estaré casada, bueno más que eso ya serán las 7 de la tarde, probablemente estaré bailando como una loca sin zapatos y pasándomelo genial.Eso espero. ¡Qué ganas tengo!A partir del día de hoy voy a utilizar mi blog como diario porque supongo que leer esto dentro de un tiempo me hará mucha ilusión.
Dicen que lo mejor de una boda es prepararla, bueno eso supongo que debe ser algo de mujeres.
Con mi madre no hablo de otra cosa hace tiempo y con mi suegra tampoco. La pobre estando tan lejos no se entera de mucho entonces cuando hablamos nos tiramos una hora intercambiando ideas y hablando de todo.
Hoy he estado comiendo con mis iaios y mi tia Neus que se va a Brasil un mes, qué envidia y he ido a despedirme. Mi iaia tiene muchas ganas de que sea el día de la boda, se pone nerviosa sólo de pensarlo. Hoy hemos estado preparando la misa y me ha estado contando historias sobre el noviazgo con mi abuelo y el día de su boda.
Hicieron una paella después de casarse en el maset en la carretera Almazora y vino familia de cataluña, valencia y otros pueblos de Castellón. Cuando fueron a empezar a comer, el novio no estaba, lo buscaron por los naranjos, por la casa y por todas partes y no lo encontraron, total que acabaron por comerse la paella sin el novio.
A la hora mi iaio llegó en bici, se había ido a Castellón a su casa a cambiarse los zapatos de mudar por unas espardenyes más cómodas, dice mi abuela que no fue un muy buen comienzo pero que al final se ha acostumbrado a las cosas de Manolo. Después de comer bailaron y bebieron y como era verano la gente durmió donde pudo por los pasillos en la terraza en todas partes.
A la mañana siguiente mis iaios se fueron de viaje de novios, a Valencia!A visitar a unos primos de mi iaia en un pueblo y estuvieron tres días en un hotel.
La fiesta continuó durante todo el domingo, dice mi iaia que al día siguiente, según le contaron, se lo pasaron incluso mejor que el dia de la boda la gente que se quedó en el maset, que ni la bebida ni la comida faltaron y que se rieron mucho.
Y es que después de 50 años el concepto de una boda no ha cambiado.